Érase una vez un nuevo comienzo…

Érase una vez un nuevo comienzo….lindo nombre para un post como el de hoy.

En nuestras manos esta como queremos recomenzar, cultivar emociones positivas, concentrarse en la solución y no en el problema, visualizar nuestra vida.

He cambiado la nueva imagen de mi blog, de mi página de Facebook y le he agregado una nueva luz a todo lo quiero mostrarles. Porque quiero compartir mi experiencia y contagiarlos de mi felicidad, de mi cambio, de mi pensar.

Mi mejor terapia no ha sido huir de mi misma o de mi entorno, ha sido encontrarme nuevamente, descubrirme y renovarme; estoy aprendiendo a ver con nuevos ojos a todo y ser agradecida con lo que tengo; dejar de quejarme con lo que me hace falta, aprender a aceptarme y aceptar a los demás, a amarlos tal y como son.

Gracias a mi resiliencia cada día consigo llegar a ser una mejor versión de mi misma. Hoy la cicatriz es el lugar por donde entra la luz.

Me he dado cuenta que todo lo que quiero en la vida está fuera de mi zona de confort… Y ya no me resisto al cambio… me uno a él.

Mi mejor aliado para disfrutar de la vida en toda su plenitud es la capacidad de adaptación, es no tener miedo al cambio, pero aunque creas que eso no es parte de tu personalidad, te cuento, eso es algo que también se aprende, es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y principalmente fuerza de voluntad.

Ya había escuchado por allí sobre la teoría de ver la vida como el vaso medio lleno o medio vacío… nunca lo analice realmente, siempre me pareció tan trillado, pero resulta que es una forma bastante sencilla de definir la actitud que debemos de llevar en la vida para sobrellevar aquello que no podemos cambiar o que nos lastima.

Veamos entonces ese vaso medio lleno, ya que definitivamente nosotros decidimos como queremos ver a la vida, yo les puedo decir que cambiar el pensamiento modifica tu vida radicalmente.

Dos cosas que me sirvieron para empezar este camino fue… encontrar mi propósito y dejar ir todo aquello que no me hacía bien, me libere, me solté.

Hay que hacerse responsable de nuestra propia motivación, ya que nosotros somos responsables de nuestra propia felicidad, lo que debemos de hacer es cuidar que otras personas no quiten ese brillo que todos tenemos, que nos hace fuertes, que nos impulsan a tener una actitud positiva hacia la vida… de esas personas huyamos.

Todos los días tenemos infinidad de oportunidades para escribir una historia nueva… en nuestro universo personal.

 

No esperes los buenos tiempos para ser feliz, sencillamente sé feliz y los buenos tiempos vendrán.

♥Arly♥